Así de contundente ha sido Alba al llegar del parque de la mano de su abuelo. Yo, sorprendida le he dicho que no, que a pesar de que la situación no es la de otros momentos, el trabajo no me falta, su padre cumple escrupulosamente con sus obligaciones y aunque la letra de la hipoteca ha subido por culpa del alza del euribor, nuestra situación es estable.
- No mamá. Estamos arruinadas.
- Alba, cariño, ¿pero por qué dices eso?
A sus nueve años mi niña ya tiene una gran capacidad para argumentar sus planteamientos y no ha dudado ni un instante es darme la explicación que yo necesitaba.
- El abuelo ha visto en periódico que el ayuntamiento debe 22.000.000 millones de euros y como en Náquera somos casi 5.600 habitantes..., pues eso, que debemos un montón de pasta mamá.
¡Caramba con mi niña y los 7.812 eurazos que debemos entre las dos! Con lo tranquila que estaba con mis propios problemas y resulta que tenemos al ayuntamiento entrampado hasta más arriba de las cejas.
Náquera es un pequeño municipio próximo a Valencia, sito en las faldas de la Sierra Calderona, que ha vivido un auge poblacional considerable merced al boom urbanístico. Capitaneando el ayuntamiento de un modo personalista, Ricardo Arnal, consiguió fragmentar su partido, PP, por su intransigencia, despotismo y falta de transparencia, llevándole esta circunstancia a perder la alcaldía en los últimos comicios.
Aunque muchos intuíamos que Ricardo Arnal tenía cierta tendencia a la "ingeniería financiera", sencillamente despilfarro, no eramos capaces de vislumbrar la magnitud del agujero que nos estaba dejando el "señor" alcalde.
Desgraciadamente Náquera siempre aparece en los medios por los desmanes propiciados por este elemento:
Una vez más, las aspiraciones megalómanas de algunos de nuestros representantes las tenemos que acabar pagando los de siempre, los ciudadanos de a pié, que como no tenemos bastante con soportar nuestras propias miserias, hemos de asumir el resultado de su infame gestión.
Este inepto ha hecho que acabemos por tener envidia a los ciudadanos de la capital que, a pesar de ostentar el dudoso orgullo de ser la segunda ciudad más endeudada de España, "solo" deben 1.258 euros por habitante frente a nuestros calamitosos 3.906 euros por habitante.
- Alba, cielo, la próxima vez que el abuelo te cuente algo sobre nuestro pueblo, que sea que la justicia le ha dado su merecido a Ricardo Arnal.
*El de la foto es, evidentemente, Ricardo Arnal.
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