Hoy, a las diez y media de la mañana, comparecía en el Congreso de los Diputados el presidente Rodríguez Zapatero con la finalidad de explicar a los diputados la batería de medidas adoptadas en el seno de Eurogrupo para estabilizar la situación financiera de la Unión.
A lo largo de la semana pasada ya se fueron analizando en todos los medios de comunicación estas medidas pero no por ello iba a dejar de resultar "fascinante" escuchar la presentación del presidente y las diferentes réplicas del resto de portavoces parlamentarios.
Con la voz grave que reserva para los grandes acontecimientos, Zapatero ha ido desglosando las tres medidas acordadas por el eurogrupo en su reunión de Bruselas: Una inversión adicional de más de 100 mil millones de euros, participación del sector privado y utilización de instrumentos para "flexibilizar la economía".
Cabe destacar que esto supondrá la modificación de las condiciones para la devolución de los rescates a Grecia, Irlanda y Portugal, puesto que por fin han asumido que las condiciones impuestas resultaban draconianas a la par que inasumibles por parte de los países afectados, fundamentalmente por parte de Grecia que se encuentra inmersa en una profunda recesión (supera el 4,8% la reducción de su PIB en el primer trimestre de 2011) merced a la crisis y la durísima política de austeridad impuesta por la Comisión Europea.
Así mismo se da pié a la participación, de forma voluntaria, a entidades privadas en el segundo rescate a Grecia, aunque dentro de un marco muy concreto, a explicado Zapatero. Si es una cuestión de voluntariedad ya sabemos que las entidades privadas solo actúan ante la llamada de los beneficios y contra más grandes y rápidos sean, mejor, por lo que cabe aventurar una participación discreta de la banca privada si las facilidades de pago y la reducción de los intereses se consuman (en torno a un 21% de pérdida en la rentabilidad respecto de las condiciones actuales)
En cuanto a la flexibilización financiera cabe destacar la aparente configuración del eurobono, producto financiero avalado por todos los países de la Unión, que servirá para eliminar las elevadas primas de riesgo que los países periféricos vienen asumiendo ante los ataques especulativos.
A pesar de asumir que las tremendas medidas impuestas a Grecia para hacerse merecedora de los rescates no han hecho más que recrudecer y empeorar su situación, el presidente a insistido en que estas se verán intensificadas por una reforma fiscal y una batería de privatizaciones, que evidentemente aun profundizarán en la falta de demanda de consumo interior incidiendo directamente en el proceso recesivo.
Esas mismas medidas que se han demostrado no solamente inútiles, sino perniciosas y contraproducentes en Grecia son las que se propugnan en mayor o menor medida en los países con dificultades de la Unión. Uno de los casos más evidentes lo tenemos en nuestra propia casa.
Desde la entrada en vigor de la reforma laboral el desempleo no se ha reducido, siendo especialmente grave la situación de los jóvenes, sector de la población que en según que comunidades autónomas llega a superar tasas del 50% de desempleo.
Tras los recortes de sueldos de los funcionarios no han hecho más que surgir reducciones de las plantillas de personal eventual en todas las administraciones, siendo estas medidas de reducción una constante a revisar en todos los estamentos de la administración. Se plantean por doquier tanto reducciones presupuestarias como de personal.
Así mismo las privatizaciones puestas en marcha, Aena y Loterías, no hacen más que presagiar recortes en sus plantillas, del mismo modo que la reciente transmisión de la titularidad de los hospitales a las administraciones autonómicas facilita las ínfulas privatizadoras de estas.
¿Por qué se empeñan nuestros administradores en insistir en fórmulas que se demuestran ineficaces y contraproducentes?
¿Que intereses les mueven para seguir empobreciendo a los estados y a sus ciudadanos?
¿Es esta terquedad una muestra de su inutilidad o la constatación de que sirven a otros "amos" no legítimos?
Tanto si es por estupidez e inoperancia como si la razón de su manifiesta contumacia es el servilismo a intereses no legítimos, su legitimidad al frente de las instituciones queda completamente en entredicho, haciéndose acreedores del repudio y del rechazo por parte de la ciudadanía.
Viñeta gentileza de Mi Clon Malvado.
Viñeta gentileza de Mi Clon Malvado.
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