
Una gran equivocación es haber sumido a los barrios marítimos en el más absoluto estado abandono y después achacarlo a las trabas puestas por la justicia a los planes especulativos del PP.
Una gran equivocación es reincidir en la dinámica de gastos fastuosos en eventos de relumbrón que jamás devuelven a la sociedad los desembolsos que la Generalitat hace por ellos, Copa del América, Fórmula 1 o el agujero negro de la Ciudad de las Artes y la Ciencias.
Una gran equivocación es insistir en modelos económicos obsoletos y depredadores de recursos y del medio como son la construcción, el automóvil o el turismo, base de la economía valenciana, que son incapaces de conseguir reducir el desempleo y que nos mantiene a la cabeza en la producción de parados.
Una gran equivocación es permitir que un partido plagado de imputados por corrupción pueda presentarse a unas elecciones y que este mismo partido sea el que manipule los contenidos de un medio de comunicación público, pagado por todos los valencianos, de una forma tan absolutamente descarada.

Y es que no nos queda más remedio que convivir con grandes equivocaciones que, por desgracia o por falta de "carácter", siempre acabamos pagando los ciudadanos de a pié a pesar de que son siempre los mismos los que las cometen.
Pero no demos por cerrado el asunto, el PP, los intereses a los que representan, la banca, los especuladores inmobiliarios, no tienen prisa (aunque les encantaría poder empezar a derribar mañana mismo) y saben que, como no estemos todos muy atentos y prestos a reaccionar, aun tendrán sus oportunidades de consumar su negocio.
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