Ya repuesto de la tomadura de pelo a la que Susana me sometió ayer hoy he vuelto a pasar por su cafetería a por mi dosis diaria de cafeína edulcorada, eso si, con su sonrisa y el buen ambiente que reina en su establecimiento.
Jorge es el hombre de confianza de Paco, mi vecino de rellano y presidente de la comunidad. y también es un viejo conocido del barrio, de ahí su estrecha vinculación con Paco con el que lleva trabajando desde que este inició su negocio. Paco hoy no ha pasado por la cafetería porque tenía que acudir a primera hora a los juzgados ya que, como el "molt honorable president", tenía hoy una "vistilla", en su caso por los impagos de su empresa y el posible embargo de su nave industrial.
No es habitual encontrarse a Jorge a esas horas de la mañana fuera de las oficinas de Paco, por lo que ante mi mirada inquisitiva me ha respondido con un lacónico "hemos adelantado las vacaciones".
No parecía tener muchas ganas de profundizar en el asunto ni yo de hacerlo sentir mal así que, tras remover despaciosamente el azucarillo de mi café, yo también le he comentado que estaba de vacaciones, pero que en mi caso no eran anticipadas sino casi crónicas.
Su semblante ha adquirido un tono de preocupación aun mayor, caramba, yo que solo pretendía hacerle ver que, a pesar de lo grave de la situación de la empresa en la que trabaja, aun podía considerarse un afortunado por conservar su empleo....Pero al instante me ha venido a la memoria una frase lapidaria del sargento Vilacoba, "cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar", y claro, el pobre Jorge ha hecho suya mi situación de parado de larga duración y, entonces, es cuando no ha podido más y han empezado a brotar las palabras, llenas de incertidumbre, rabia e indignación de su boca.
-Desde los dieciocho años trabajando sin parar y ahora, con cincuenta y un años, ¿donde voy a encontrar un trabajo que me permita afrontar mis cargas?
Y es que claro, un empleado tremendamente eficiente, profundo conocedor de los mecanismos de su empresa pero sin más titulación que el bachiller, con un nivel de ingresos por encima de la media y, evidentemente, con unos compromisos de pago equivalentes a su nivel adquisitivo, viendo que de modo inminente va a perder su trabajo dadas las dificultades a las que se ha visto sometida la empresa para la que trabaja por culpa de los impagos de la Generalitat..., es normal que se sienta mal, muy mal,y eso que aun no tenía claro que Paco fuera a cerrar la empresa.
Con casi cinco millones de parados, una reforma laboral y una reforma de la negociación colectiva que ha entregado en bandeja a la patronal la posibilidad de precarizar aun más el empleo y con la reforma del sistema de pensiones que retrasa la edad de jubilación y aumenta los años para el cálculo de la percepción, el panorama de Jorge, y del resto de trabajadores, no es nada halagüeño. En fin, que Jorge no pasaba por su mejor momento.
Hemos seguido disfrutando de nuestros cafés, intentando vislumbrar el futuro en el fondo de la taza, como sin no fuésemos conscientes de que solo hay dos formas de afrontar esta situación, la del conformismo, que entrega al capital toda la iniciativa y el poder para seguir jugando con los ciudadanos a su antojo y la del inconformismo, la reivindicación y la lucha por establecer un nuevo sistema más sostenible y equitativo tanto en los social, lo económico, lo medioambiental y, por supuesto, en el aspecto democrático.
Al final, hemos terminado organizando un viaje a Madrid para el próximo día 23 de Julio, para llegar con las diferentes marchas reivindicativas que han recorrido el país informando, concienciando y recogiendo la inquietudes de los ciudadanos de todo el territorio nacional. Susana, la reina del café, no ha dudado en apuntarse.
Movilicémonos, si no lo hacemos nosotros, nadie defenderá nuestros derecho e intereses.
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