Hoy, 21 de julio, en el Palacio del Congreso de Madrid, una banda de atracadores ha perpetrado uno de los mayores robos por encargo de la historia.
Los atracadores (PSOE), al servicio de un grupo de grandes corporaciones nacionales e internacionales, contaron con la eficacia de una arma insólita (legitimidad democrática la llamaron a pesar de que nadie les votó por lo que ahora ejecutan) y con la imprescindible colaboración de un grupo de mercenarios que siempre actúan atendiendo a sus intereses y al calor del dinero del mejor postor (CiU). También se vieron beneficiados con la maniobra de distracción que otra banda (PP) desarrolló ayer defenestrando a uno de sus principales dirigentes. Aun está por confirmar el nivel de connivencia con los atracadores.
A pesar de que la banda ya había mostrado sus intenciones de ejecutar esta operación y que uno de sus miembros más relevantes (Rubalcaba) había mostrado su intención de dejar los atracos y sabotajes en un futuro muy próximo, nadie se interpuso entre los facinerosos y su botín.
El monto total del robo es prácticamente incalculable, ya que además de suponer el expolio de una ingente cantidad de dinero a todos los ciudadanos (algunos cálculos sitúan esta cantidad por encima del 20% de merma en todas las pensiones), este atentado supone un recorte de hasta tres años en la vida ociosa de las personas, aumentando paulatinamente la obligatoriedad de trabajar hasta conceder esos tres años más al capital.
Uno de los aspectos más desconocidos de este robo es que el botín tiene la peculiaridad de poder ir modificándose (botín revisable y actualizable) en función de las necesidades de las grandes corporaciones que han ordenado la acción, de ahí que ese 20% del que hablábamos antes pueda llegar a ser mayor.
Una enorme multitud de damnificados por este descomunal atraco se dirigen en estos momentos hacia la capital del reino, donde a lo largo de todo el fin de semana manifestarán su radical desacuerdo con los constantes robos que están sufriendo tanto por parte de esta banda de desalmados (PSOE) como por otras similares (PP, CiU, PNV) a lo largo y ancho de todo el país.
A ver si lo entiendo... deciden cosas que la mayoría de los españoles no queremos, y siguen saliendo elegidos... sabéis que os digo, que no merecemos toda la mierda que nos tiran encima... por gilipollas.
ResponderEliminarYo por mi parte no he votado ni a PP, ni PSOS, ni CIU, ni IU... voto a partidos minoritarios porque creo que es hora del cambio, pero nooo... los españoles son gilipollas... y después se quejan y lloran... pues lo siento ahora os jodéis.