Que los festejos taurinos pierden espectadores a la velocidad que la iglesia pierde aspirantes a sacerdotes en los seminarios, es una verdad como un templo (me ha venido al pelo el símil); marginalmente a los vetos y prohibiciones que se dieron en las Canarias y que pronto se cumplirá en Catalunya, por mucho que se nos quiera convencer de que el asunto es materia cultural. Señora Sinde, está usted en Babia.
A este paso, el asesinato de Bin Laden pasará a la historia como la demostración más contundente del amor que profesa Obama por la legalidad internacional.
El diario Expansión se lamenta del estado actual de los festejos, que exceptuando un pequeño repunte a mediados de la década de 2000 a 2010, al constatar el descenso que va acompañando a las celebraciónes y al número de espectadores.
Vean este gráfico, tan ilustrativo como positivo para quienes consideramos que hay determinadas tradiciones que, bajo el palio del término “cultura”, quieren escapar de la quema que significa desprecio y la indiferencia.
Extraído del blog de Carlos Tena.
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