Estamos de moda, si, es lo que siempre quisimos en esta ciudad de ficción y cartón piedra, ser el referente mundial de..., de..., de lo que a Rita y Camps les de la real gana.
No importa que el pasado domingo salieran a la calle varias decenas de miles de personas para mostrar su hartazgo ante el panorama creado por nuestros próceres y los inminentes recortes que desde todas las instancias se están cocinando merced a la potencial insolvencia de la Generalitat Valenciana, la reforma de la negociación colectiva aprobada por el gobierno socialista y la próxima firma del pacto por el euro.
No importa el hecho de que la Comunidad Valenciana sea la comunidad autónoma con mayor deuda respecto de su PIB, no es un problema para nuestros gestores, ya encontrarán algún servicio público que deteriorar para así transferir su gestión a las empresas privadas o inventándose, que ingeniosos, fórmulas como el copago o, ¿por que no? la venta o cesión de las playas. Cualquier cosa con tal de poder seguir manteniendo la pantomima de ser la ciudad más moderna y emergente, que digo ciudad, la comunidad autónoma con más lustre y relumbrón, tanto es así que hasta nos permitimos construir un aeropuerto para que paseen por el los ciudadanos.
No importa que, como vimos ayer, no haya dinero para colegios, ni tampoco que encabecemos la lista de ciudadades más endeudadas, no importa que a pesar de la llegada del verano y las contrataciones temporales, el paro no se reduzca (esta última afirmación es para que alguien salte diciendo que no es cierto, que se ha reducido en el último mes un 1,07%) de modo sustancial, incluso se reduce menos que en el resto del estado, -1,87%.
Lo realmente relevante es que en Valencia nos vamos a permitir el lujo de disfrutar de un fin de semana en las carreras, el fin de semana del Gran Premio de Europa de Fórmula 1. Durante tres días vamos a ser la envidia del orbe entero porqué...”Rita y Camps lo valen”, porque ellos pueden, si, con el dinero del contribuyente, pueden lucir palmito, pose, glamour, compañía y foto de postín en un espacio secuestrado a la ciudadanía para el uso y disfrute de las élites. ¿Estrenará el president un traje para la ocasión?
El gran circo de la Fórmula 1 valenciana contará con un dispositivo de seguridad y emergencias formado tres mil personas que la Generalitat Valenciana ha preparado, como no, a cargo de las arcas públicas.
El canón a pagar al señor Ecclestone será considerado una menudencia ante las ingentes cantidades de dinero fresco que recibirá la ciudad. No hace falta más que oir el angustiado tono de voz del bueno de Jorge Martínez Aspar refiriéndose a la marcha en la venta de las entradas para percibir lo redondo del negocio, el pobre se conforma con el "equilibrio presupuestario", es decir, no perder demasiado.
No sufras Jorge, que con lo baratas que son las entradas y el poder adquisitivo de los valencianos la rentabilidad está garantizada.
A continuación pongo algunos enlaces a noticias relacionadas con la exitosa trayectoria de este evento.
Los vecinos de la zona cargarán con el coste del circuito de fórmula 1 en Valencia, El País, 04/10/2007
Del coste cero al circuito costoso, El País, 18/01/2010.
Camps gastará 108 millones en la Fórmula 1 y se niega a mostrar a la oposición el contrato, El Plural, 07/06/2011.
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