Como no podía ser de otro modo, Rajoy y Zapatero apoyan la reforma de tratados de la UE promovida por la señora de Europa y de la banca alemana, Angela Merkel.
No importa que el BCE no vaya a evolucionar hacia el estatus propio de cualquier banco central y que se quede, como Alemania siempre quiso, como salvaguarda de la inflación.
Tampoco importa que los eurobonos no vayan desarrollarse como la fórmula para mutualizar la deuda de todos los estados.
Ni importa que aquellos países que no cumplan, por encima de todo, con los nuevos parámetros definidos por la banca alemana doña Ángela sean castigados con multas millonarias o con la revisión de su pertenencia a la Unión.
Una vez más nuestros "brillantes", "originales", "valientes" y "entregados" (a los brazos del capital) representantes se unen para apostar por los dictados de quienes solo buscan asegurar sus negocios por encima de las necesidades de los ciudadanos.
Otros dos títeres que, como Sarkozy, se rinden al rodillo de la banca alemana y su cabeza visible Ángela Merkel.
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