Una y otra vez, hasta el infinito y más allá, mientras nuestra sociedad se empeñe en elegirlos como sus representantes tendremos que soportar sus atávicas reivindicaciones nacional franquistas en cualquier ocasión que se les presente.
Viñeta gentileza de www.e-faro.info
Hace unos días se libraron las distinciones de la Generalitat Valenciana vinculadas al 9 d'Octubre y estos galardones vinieron a confirmar las máximas del "poder valenciano", religión, bous y su condición de "estómagos agradecidos".
Nada nuevo en el levante feliz, todo sigue desarrollándose como hace cuarenta años, un gobierno decidido a servir a los poderosos (como así declaró en su momento el señor Fabra), jugando el comodín de la iglesia y el arraigo de sus tradiciones entre sus votantes, potenciando todo aquello que suponga un rédito electoral aunque sea a costa de mantener festejos crueles e incomprensibles y agasajando a aquellos que no dudan en sacar las castañas económicas del Consell a cambio de prebendas del todo inconfesables.
Estas distinciones suponen todo un ejercicio de inmovilismo militante que define bien a las claras los objetivos de nuestros dirigentes y la clase de sociedad con la que sueñan, muy similar a la de hace sesenta años.
Nos vemos el 15-O en las calles.
Nos vemos el 15-O en las calles.
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