El próximo 7 de noviembre se va volver a representar la pantomima "democrática" del "debate electoral". Un debate patético y encorsetado y a todas luces antidemocrático. Un espectáculo que deforma la realidad política del país y cuyo único fin es reducir al resto de partidos a la insignificancia mediática, por si no fuera suficiente la Ley electoral para limitar el acceso a la instituciones.
El PPSOE, más unido que nunca, capaz de reformar por su cuenta y riesgo la intocable Constitución, escenifica una vez más su desprecio por la pluralidad y la diversidad política, adjudicándose de un modo casi mafioso la representatividad democrática.
Es el resultado de una penosa Ley Electoral y de años de manipulación mediática tendente a consagrar al bipartidismo como única posibilidad política, y tan eficientes han resultado en su empeño que, a pesar de la enorme cantidad de tropelías que han cometido en todas las administraciones en las que han gobernado, del desprecio constante que demuestran por la democracia y la ciudadanía, su más que evidente servilismo a los "mercados" y su absoluta falta de rigor en la forma de gestionar los recursos públicos, siguen siendo los únicos aspirantes a gobernar el país.
Ambos partidos son incapaces de asumir que sólo ellos son los responsables de habernos conducido a la situación en la que nos hallamos. Desde 1.982 solo ellos han ocupado el gobierno del estado. Salvo escasas excepciones solo ellos (junto a PNV y CiU) han detentado la máxima responsabilidad en las comunidades autónomas.
A pesar de acabar realizando las mismas políticas, el hábil empleo de la estrategia de confrontación ha conseguido que sus bases los contemplen como entidades antagónicas, reforzando de este modo el compromiso de sus votantes ante el posible triunfo del rival.
Este planteamiento estratégico, la mayor disponibilidad de recursos, el control de los medios públicos allí donde gobiernan y una Ley Electoral que favorece a las grandes formaciones, ha conformado un caldo de cultivo perfecto para consumar su estrategia bipartidista de pensamiento y planteamiento único.
Ante esta patraña solo cabe reaccionar de un modo contundente, evidente, radical y comprensible para el monopolio PPSOE. Hay que actuar y movilizar a la ciudadanía que ya está harta de tanta burla y de tanta manipulación por parte de estos "profesionales" del poder.
Desde aquí propongo que el próximo día 7 de Noviembre, a lo hora en que Rajoy y Rubalcaba inicien el esperpento, apaguemos nuestros televisores y nos concentremos frente a nuestros ayuntamientos y, antes de celebrar una Asamblea ciudadana donde surgirá el auténtico debate, demos un soberano concierto de cacerola y silbato durante cinco minutos para que el estruendo llegue a todos los politicastros del PPSOE.
0 comentarios:
Publicar un comentario